A inicios de 2021 se comenzó a trabajar el sistema agroforestal (SAF) con cacao en una hectárea de Bosque Guardián. Entre el cacaotal, también se encuentran frutales como la cocona y otros árboles como los medicinales ishpingo y sangre de grado, la palmera yarina y el caimito: para proveer nutrientes a la tierra y todos los tipos de sombra necesaria.
El potencial del cacao y los chocolates de excelente calidad, y el de otros productos que generan mayores opciones económicas en la zona como la cocona, el umarí y la vainilla, son posibilidades para plantear un modelo replicable de agricultura no-depredatoria en el valle del Tiraco y que —a la vez— revaloricen el cacao nativo de fino aroma.