Afuera y adentro no se diferencian mucho en Bosque Guardián porque el hotel fusiona comodidad, arquitectura y Amazonía con todos sus contrastes de sonido, color y texturas. Es una constelación de bungalows entre árboles y caminos, aves e impresionantes vistas de montañas.
Comprometido con el entorno, el bambú como elemento principal de las estructuras ha evitado el uso irresponsable de maderas locales. Esta conciencia hacia el uso racional de las cosas se refleja en todas las iniciativas del hotel.
Tal es así que el restaurante de Bosque Guardián y su propuesta gastronómica de autor trabajan con insumos locales y de acuerdo con las estaciones para mantener un vínculo natural con el ambiente.
